CONCHITA QUIROS (1935- 2021)

Concha Quiros

Conchita Quirós nació en Pillarno (Castrillón) el 21 de mayo de 1935. Hija de Alfredo Quirós Fernández y Aurelia Suárez López, durante su infancia y adolescencia estudió en el Colegio El Postigo de Oviedo y posteriormente, en los años 50, se licenció como maestra aunque nunca llegó a ejercer. La razón es fácilmente imaginable. Desde bien pequeña ayudó en las tareas de la librería —un negocio familiar— y ahí nació su gran pasión por la lectura, que le llevó a trabajar oficialmente en la Librería Cervantes en 1957. Dos años después recibió una beca del gobierno italiano, pero su empeño era muy distinto. Dando muestras de sus grandes inquietudes y su fuerte carácter emprendedor, viaja sola a París —toda una odisea en aquellos tiempos— para aprender el oficio y empaparse de todas las lecturas y novedades de la gran metrópoli. Sus ojos se abren al mundo moderno y vuelve repleta de ideas y una visión totalmente renovada de la librería.

Vuelve también con seis kilos menos, ya que ahorraba el dinero asignado a su manutención para visitar museos, galerías de arte, librerías, etc… Un anécdota curiosa que da cuenta de su irrefrenable pasión por la cultura. Tras una breve estancia en Montpellier, Conchita se pone el mono de trabajo y inicia una nueva etapa en la librería marcada por su experiencia en el extranjero, implementando todas las ideas que renuevan un negocio más centrado entonces en los servicios de papelería e imprenta. El perfil de Cervantes se torna literario: se amplían las secciones de librería, se mejora el servicio de suscripciones y la importación de libros y revistas (sobre todo provenientes de Francia). Además, Conchita también incorpora ciertos cambios en el día a día de la librería que contrastan con la visión más tradicional de su padre. Quita los mostradores, coloca el mobiliario de una forma más racional para facilitar la compra y la atención y se empeña en mejorar los escaparates, algo que siempre le ha fascinado. Este carácter independiente, creativo e inquieto le hace convertirse en una de las primeras mujeres con carné de conducir en Oviedo. Muchas anécdotas y viajes podría contarnos su Renault 4, vehículo con el que se hizo por aquella época para poder desplazarse con total libertad.

La enfermedad de su padre y la inminencia de una muerte que no se produciría hasta veinte años más tarde, hace que éste le traspase a su hija toda la librería. Conchita Quirós se convierte en 1978 en la cabeza del negocio familiar. Seis años después, en 1984, adquiere el segundo local de la librería, lo que multiplica por cinco su tamaño y le permite expandir todas las secciones de ensayo que tanto apreciaba. Al mismo tiempo, comienzan a celebrarse en el interior del local todo tipo de actividades culturales: presentaciones de libros, firmas de autores, exposiciones de arte o cuentacuentos. Para el diseño del nuevo local se contó con el afamado diseñador Chus Quirós, que marcó a la librería con ese toque modernista para convertirla en toda una referencia literaria y artística.

Es en 1997 cuando participa con varios libreros de España en la creación de L-Librerías Independientes, una alianza estratégica de especialistas en todas las áreas del mundo del libro, en defensa del pluralismo cultural y con el fin de coordinarse comercialmente y buscar nuevas formas de gestión. Una alianza que cuenta hoy con más de 60 librerías asociadas y que Conchita llegó a presidir durante dos años. En este mismo sentido, y tras formar parte de la junta directiva de CEGAL (Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Librerías) por un periodo de seis años, funda en 2004 el sello cultural «Librerías con Huella». Y lo hace, junto a otras librerías de prestigio y similares características, con el fin de realizar acciones conjuntas que revaloricen sus aportaciones como libreros a la sociedad y al propio gremio.

Entre 1992 y 1998 el local volvió a ampliarse con un añadido total de 600 m2, llegando en la actualidad a los 1.500 m2 repartidos entre Cervantes y El Búho Lector, librería especializada en literatura infantil y juvenil que abrió sus puertas en 2003. Además, la Librería Cervantes fue pionera en aplicar los sistemas de informatización de sus catálogos (lo hizo ya en 1989), una adaptación a las nuevas tecnologías que culmina con la publicación de la página web oficial en el año 1996. Tras diversas reformas, incluido un cambio de ubicación, la Librería Cervantes luce mejor que nunca con su nuevo diseño y se ha hecho merecedora, entre otros, del Premio «Librería Cultural» otorgado por el Ministerio de Cultura o el Sello «Librería de Calidad».

Asimismo, y como una prolongación naturalde la actividad que durante tanto tiempo desarrolló Conchita Quirós, su labor al frente de Cervantes fue reconocida con diversos homenajes y galardones, entre los que destacan el Premio Boixareu Ginesta 1996, la Medalla de Plata del Principado de Asturias (2007), el Premio Aula de las Metáforas 2015, el Premio de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Oviedo (2016) o el Premio de Digitalización Social de la Cámara de Comercio.

Siempre participaba activamente, y de forma directa, en cuantos eventos se organizaban. Asidua del LIBER (Feria Internacional del Libro) tanto en Madrid como en Barcelona, también viajaba a Londres y a la Feria de Frankfurt junto a su sobrino Alfredo, que recoge ahora su testigo. También fue jurado de numerosos premios literarios y prestó sus conocimientos en clubs de lectura, tertulias improvisadas, congresos, etc.

Mujer incansable, divertida y luchadora, era extraño no encontrarla en todo momento en la Librería Cervantes. Todos los días, mañana y tarde, departía con sus clientes, con los autores y editores que se acercaban a charlar con ella para mostrarles sus proyectos, compartir confidencias o simplemente disfrutar de su grata compañía. Lectora voraz y omnívora, disfrutaba descubriendo nuevos autores y editoriales. Siempre con un libro cerca, su pasión eran los libros y junto a ellos era feliz. Recibía en Cervantes, con idéntica efusividad e interés, a escritores noveles y consagrados. Para ella no había otra distinción que la literatura.

Defensora a ultranza (y desde siempre) de los derechos de las mujeres, gran amante de los viajes, del arte y de la cultura, no dejaba de ir por el mundo con su inseparable hermana Aurelia, Leli, de compañera. Participaba en varias cosas a la vez, una verdadera multitarea de su tiempo, con la virtud de rodearse siempre de las personas adecuadas que le ofrecían su ayuda incondicional. Tal era su carisma. Siempre optimista, en huida sistemática de lo clásico y rutinario, siempre con la sonrisa puesta.

Conchita Quirós, que falleció por causas naturales el 24 de febrero de 2021, se ha ganado a pulso el respeto, el cariño y la admiración de todos los que la conocieron.

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